La fotografía constituye desde mediados del siglo XIX un ineludible punto de referencia para el conocimiento del pasado, al que no escapa la historia del Museo del Prado. El modo en que ésta ha quedado plasmada a través de la cámara es el objetivo de esta muestra, en las que se pueden apreciar los cambios de los criterios de exposición, desde su apertura en 1819 hasta 1920. El núcleo de la muestra gira en torno a la obra que da nombre a la exposición: El Grafoscopio, una máquina a rotación manual en la que se insertaba una vista panorámica continua de la Galería Central del Museo del Prado, realizada por J. Laurent y Cía. entre 1882 y 1883.
El Taller se encargó del diseño de la museografía de la exposición y la dirección de obra.
Cliente: Museo Nacional del Prado.
Año: 2007.