Esta exposición rinde homenaje a Stoker un siglo después de su muerte, recogiendo parte de la tradición vampírica en la que se inspiró, pero sobre todo repasando su biografía: su amistad con Walt Whitman o Mark Twain y su relación con otros contemporáneos victorianos como Oscar Wilde, Arthur Conan Doyle, H. G. Wells, Rudyard Kipling… Se aportan documentos que arrojan luz sobre el proceso creativo de Drácula hasta la publicación en 1897 de la primera edición de la novela. Y se ofrece una antología gráfica de los cineastas e ilustradores que se han acercado al conde vampiro desde que en 1922 Murnau pusiera cara al monstruo en su película Nosferatu hasta nuestros días, con las últimas aproximaciones al mito de ilustradores como, Ana Juan, Fernando Vicente, Miguel Ángel Martín o Toño Benavides.
El Taller ha realizado el diseño de la gráfica de la exposición.
Cliente: Casa del Lector.
Año: 2013.